
(Córdoba, 1963).
Periodista Radiofónica en la cadena ONDA CERO RADIO.
Entre sus libros se encuentran títulos como: La tregua
del barro, Niebla, Piscis de Ceniza, Pasatiempo, Ley de Vida,
Versos Yacentes, La Cercana Lejanía, El Intenso Tiempo
de las Dunas, Diacronías, Parte de Guerra, Corpus Anima,
Efectos Perso-nales, Estado Natural, Códigos y Espías,
Depredador, Tratado de la Sed y Barro Real. Fue la
artífice de la antología: Estirpe en Femenino.
28 Poetas Cordobesas. Participaciones en revistas como:
Extramuros, Ficciones, Astro, Ababo, Nayagua, Bacquiana, Ánfora
Nova, La Manzana Poética, Propaganda Literaria, Luces
y Sombras, Tres Orillas, Suspiros de Artemisa. Incluida en más
de cuarenta antologías a nivel nacional e internacional.
Premios como el Mujerarte de Lucena o el XXXIII Juán
Bernier del Ateneo de Córdoba.
Habitual del Circuito Andaluz de las Letras. Y en recitales
con la Cátedra Juán Rejano de la Diputación
de Córdoba. Asimismo ha participado en varias ediciones
de Cosmopoética. Organizadora de ciclos poéticos
en su ciudad. Jurado en diversos premios literarios. Fundadora
del Colectivo Abierto de Poetas Cordobesas del que fue presidenta.
En 1998 le fue otorgado el Premio Meridiana del Instituto Andaluz
de la Mujer por su labor radiofónica en pro de la igualdad
de género.
En Cuadernos del Laberinto ha participado en ATLAS
POÉTICO. Viajeras del siglo XXI
OFICIO DE CIUDAD
Yo aprendo tu oficio encendido
y las palomas exaltadas
que se desangran en tu cintura.
Yo soy tus ojos
resucitando tus silencios de cobalto,
envenenando tu artificio prometido.
Yo soy tus escorpiones aromando el río
y urdimbre frutal para tu acento.
Cera de gozo que tu mirada acoge,
tu naturaleza muerta
que también desprecias
en el ocre instinto de las fachadas,
en la fila azul de un cine de verano.
Que en Córdoba esta luz del recuerdo no tiene fondo,
lastre son otras huellas viviendo en las nuestras,
un zoco en los labios aferrado a la pureza
caza, depredador de calles,
el cuerpo de las adelfas.
Yo aprendo tu externo Abril
por tus últimos párpados incendiados,
aprendo tu licor intimidada en tu quietud
y espero, como tu piel dictada que soy,
que me claves una metáfora
en mitad del corazón.
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